A ti mi Dios, yo te pido por favor…
Padre amado, en tus manos te coloco el bienestar de mis hijos, ciertamente yo no puedo estar con ellos todo el tiempo, pero Tú mi querido Padre puedes enviar a tus ángeles para protegerlos, para que todos los días vuelvan sanos y salvos a sus camas y a mis brazos.
Cuida sus caminos mi Dios, apartarlos del mal, y si es necesario que pasen por pruebas, dales la fuerza y paciencia suficiente para aguantar la tormenta, esperar el sol brillante de tu paz.
Que el espíritu de la verdad descienda sobre ellos todos los días de su vida. Amén.
Gracias por mis hijos Dios de la gloria.